El Museo de Arte “Pérez” no solo es el más
moderno de Miami sino el más controversial. La controversia viene desde que
comenzaron los trabajos de construcción en 2010 y el financiamiento de la obra
fue a la boleta en las elecciones ya que el condado Miami-Dade financió gran
parte con un bono de la deuda pública. A esto le siguió el nombre, tras la donación
que hiciera el magnate de la construcción Jorge M. Pérez. A muchos les molestó
que el museo, financiado en su mayor parte con fondos públicos, y construido en
un terreno que es propiedad de la ciudad, llevara el nombre de un donante
privado. Por si fuera poco en febrero, a
solo dos meses de su apretura, un artista local rompió un jarrón obra del
artista chino Ai Weiwei y valorado en un millón de dólares, en protesta porque no
se exponían a los artistas locales.
|
Vista frontal del edificio |
El museo tiene su antecedente en el Centro de
Bellas Artes (Center for the Fine Arts) de 1982 hasta 1996 luego llamado Museo
de Arte de Miami (Miami Art Museum) de 1996 hasta el 2013. Este estaba ubicado
en el Centro Cultural de Miami-Dade en la Calle Flagler en el downtown, como
parte del complejo que comparte el museo de historia (History Miami) con la
biblioteca pública principal (Miami-Dade Public Library). El edificio actual se
construyó en los terrenos del antiguo Parque del Bicentenario (Bicentennial
Park) frente la Bahía Biscayne. Es parte de un complejo, todavía en construcción,
que incluye el Museo de Ciencias y un parque (Museum Park). El resto del
conjunto debe estar terminado para el 2015.
|
Jardines colgantes |
El edificio, diseñado por los suizos Herzog y
De Meuron, es una maravilla de la arquitectura contemporánea. Con líneas simples,
que recuerdan en algo al estilo orgánico de Frank Lloyd Wright, se combina
perfectamente el inmueble con los jardines, el paisaje y la bahía. Con mucha amplitud
en sus espacios exteriores en cuanto a terrazas, pasillos, escaleras lo que
hace que el calor, típico de Miami, apenas se sienta. Los jardines colgantes
verticales son otra maravilla al haber logrado hacerlos con plantas locales, en
un diseño también único en esta ciudad. Una gran escalinata de concreto baja
desde la terraza posterior hasta la orilla de la bahía lo cual le permite al
visitante sentarse a contemplar una de las mejores vistas de Miami. En el diseño
interior se usa mucho la madera y la iluminación natural con grandes ventanas.
Sin embargo tengo que decir que la colección permanente
del museo deja mucho que desear para un edificio tan bueno. En el diseño interior
parece que se le dio más importancia a los espacios sociales que a las exhibiciones.
El primer piso está ocupado casi completamente por el lobby, la tienda, un
restaurante y un auditorio-teatro. El espacio de exhibición en este piso se
limita a dos pequeñas salas. Los asientos del auditorio-teatro van subiendo
hasta el segundo piso. Es en este donde hay más salas de exhibición pero cuando
uno termina de recorrerlas, se queda con ganas de seguir y ya no hay más. El tercer
piso solo está ocupado por aulas y oficinas.
|
"Para aquellos que peligran en la mar" obra de Hew Locke en el lobby del museo |
En los pocos meses que lleva abierto han
pasado buenas exposiciones temporales (Weiwei, Amelia Peláez, arte de Haití) pero
la ciudad se merece una mejor y más variada colección permanente. Si bien no es
el único museo de arte en el área de Miami, este es el más visible, el mejor
situado y por tanto el más visitado. La mayoría de la obras son muy contemporáneas
no dejando casi nada a estilos anteriores. Es cierto que carece mucho de
artistas locales y de una panorámica de la historia del arte en el sur de la
Florida, que ha sido hogar de importantes artistas por más de un siglo. En un
recorrido por las galerías privadas de cualquiera de los circuitos de arte de
la ciudad, se pueden apreciar mejores y más variadas obras. Un espacio así debe
ofrecerle más a los niños, estudiantes de arte y a los vecinos de Miami-Dade
que financiaron parte de la obra. Si se compara con museos semejantes en otras
grandes ciudades, se le dará la razón a los que dicen que Miami no es aún una
plaza a tomar en serio en las artes.
|
"El tren de la palma" del pintor cubano Carlos Enriquez |
En mi opinión el museo, a pesar de su magnífica
arquitectura, fue diseñado en función de los eventos sociales que allí se
hacen. Cocteles, recaudaciones de fondos, subastas y fiestas parecen ser lo que
perfectamente cabe en los espacios exteriores. No es que estén mal estos
eventos pero el público amante de las artes debe tener más que ver en un museo
que pretende representar a una ciudad de más de dos millones de habitantes. Esperemos
que los directores y curadores se den cuenta y amplíen la colección. Mientras tanto, vale la pena darse una
vuelta, al menos por el edificio.
Perez Art Museum Miami: 1103
Biscayne Blvd. Miami, FL
33132
|
Vista lateral de la terraza |