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Vista frontal desde la calle 242 |
El edificio más importante de Silver Palm fue
la Tienda Anderson. William Anderson, que vino desde Indiana en 1900 a trabajar en el
ferrocarril, se convirtió en unos de los primeros habitantes permanentes del
área. Su primer negocio lo comenzó con un camión de la Drake Lumber Company,
llevando mercancía a los campamentos de leñadores que se habían extendido por
la zona. Pero la población de Silver Palm comenzó a aumentar y Anderson se
percató de que la tienda más cercana estaba en Cutler a unas 15 millas de distancia.
En 1911 abrió una tienda donde vendía víveres, ropa, ferretería y otras
mercancías. La tienda fue tan popular que la esquina de la calle 242 y la 157
avenida comenzó a conocerse como la Esquina de Anderson (Anderson’s Corner).
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Letrero en la fachada |
La construcción es de madera con el techo a
dos aguas, típico del estilo vernáculo. La tienda ocupaba el primer piso, con
un portal por el que se entraba desde la calle. El segundo piso servía de
vivienda para la familia y se accedía por una escalera exterior en la parte
trasera. Al fondo, un espacio abierto servía de
zona de carga o estacionamiento, aunque una foto de la época muestra los
automóviles estacionados al frente. En un letrero en la fachada aún se lee WM
Anderson General Merchandise.
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Vista lateral |
La tienda no sobrevivió a la Gran Depresión y
cerró en la década de 1930. El edificio se convirtió en vivienda hasta 1975. En
1977 fue incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos por ser la
única tienda de su tipo cuyo edificio sobrevivía. A inicios de la década de
1990 fue convertido en un restaurante
gourmet que usaba productos locales. Pero en 1992 el huracán Andrew
devastó el edificio, el cual perdió el techo. Los dueños del restaurante
repararon el techo y la estructura pero en 1997 abandonaron el empeño y
vendieron la propiedad. Los actuales dueños, unos granjeros de la
zona, carecen de los fondos para la restauración la cual se estima en unos 500
mil dólares. También han tenido sus desacuerdos con el Condado Miami-Dade, el
cual había dado dinero a los anteriores dueños para la restauración después de
Andrew. La última propuesta fue crear un “bed and breakfast”, pero tampoco se
llegó a un acuerdo.
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Vista posterior desde la 157 Avenida |
Mientras tanto, el edifico está en un estado
deplorable y, cada año que pasa, se deteriora más aún. Casi todas las ventanas
y puertas están tapiadas con tablas. Los techos del balcón y la terraza trasera
se han perdido así como las barandas de los mismos. Algunas tablas de las paredes
han corrido igual suerte. El interior parece estar totalmente destruido y una
docena de gatos parecen ser los únicos a gusto. Me pregunto si sobrevivirá al
próximo huracán, o si sucumbirá ante el olvido de los que tienen la
responsabilidad de no dejar que desaparezca.
Anderson General Merchandise Store: 15700 SW 232nd St Homestead,
FL 33031
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